¿Cómo puedo desarrollar un nuevo hábito?

Aprender un nuevo hobby, crear más momentos con nuestros seres queridos, o comenzar a ejercitarnos, puede resultar un poco pesado si es que no hemos realizado alguna actividad física en un largo tiempo.

Sin embargo, con algunos ajustes a nuestras rutinas, así como la adaptación de nuevos hábitos, podremos ser constantes con nuestros propósitos y llegar a nuestras metas. Pero… ¿Cómo podemos empezar sin morir en el intento? Y aún mejor, sin frustrarnos en el proceso.

Un hábito se forma como resultado de una acción que repites frecuentemente y que se ve reforzada por una consecuencia positiva. Muchos creemos que la motivación forma parte de, sin embargo, la motivación proviene de la acción, y el hacer pequeñas acciones de forma consecutiva que nos permitan estar motivados, nos ayudarán a asimilar en nuestro cuerpo y mente, una nueva actividad.



Ante esto, algunas acciones a hacer y contemplar son:

Ponerse un objetivo corto, a mediano y a largo plazo (disparador). Si nuestra meta es correr un maratón, es necesario que contemplemos la fecha a realizarlo, y comencemos con pequeñas rutinas diarias. Las primeras pueden ser caminatas de 15 minutos, y de forma paulatina, ir aumentando el tiempo, así como la intensidad hasta conseguir un ritmo que nos rete, sin desgastarnos.

Dado que, si intentamos correr una hora diaria sin una rutina establecida, es muy probable que sintamos pesadez, o bien, nos frustremos por no lograr alcanzar esas metas tan exigentes y terminemos abortando la misión de empezar alguna actividad.

Dejar ir expectativas. La mayoría de las veces generamos expectativas del tiempo que nos tomaría hacer una actividad, sin embargo, cuando por diferentes razones o circunstancia no podemos realizar las actividades de nuestra nueva rutina, solemos sentirnos desmotivados, y comenzamos a aplazar las cosas. Por ello, es importante mantener las expectativas lo más realistas posibles, con la intención de poder ser flexibles ante ellas y poder continuar entrenando a la mente y al cuerpo para conseguir nuestro objetivo.

Crear un entorno agradable: Puede ser nuestra casa, recámara, cuarto, pasillo, azotea, etc., o bien, también lugares como oficina, gimnasio, escuela; cualquier espacio puede ser bueno mientras sintamos energía y confort, donde además nos sintamos seguros para poder realizar nuestras actividades.

Prepararse (detonador). Ya hemos superado los 15 minutos caminando, y ahora trotamos 45 minutos diarios, nuestro cuerpo es más fuerte y nuestra respiración se siente mejor que nunca. Ahora es momento de que busquemos tal vez a un entrenador para una rutina más específica, o variar con diferentes tipos de entrenamiento para tener un mayor rendimiento, y apuntar aún más a nuestro objetivo. Para los que están iniciando un hábito de ejercicio, este punto se convierte en uno de sus favoritos porque es donde rompemos nuestros límites y comenzamos a ver nuestras capacidades.

Practicar. Intentarlo hasta que nos salga bien las primeras veces siempre tendrá un gran valor. Porque al recordar nuestros inicios y lo difícil que tal vez fue para nosotros, nos genera el sentimiento de que podemos volver a intentar y/o replicar lo que alguna vez tuvimos.

Celebrar (recompensa). Este es uno de los puntos más importantes, pues el cerebro al adquirir un nuevo hábito cuenta con un disparador (objetivo), detonador (preparación) y recompensa (celebración). Es decir, la mente humana siempre busca la gratificación, por lo que el reconocer y celebrar nuestros pequeños triunfos, así como grandes avances en estos nuevos hábitos, nos permitirá continuar inspirados.

Finalmente, es importante disfrutar todo el proceso sin importar el tamaño de nuestras metas para generar un nuevo hábito. Por ello, te invitamos a desempolvar esos tenis, y que te unas a esta gran comunidad Bimbo, donde te estaremos compartiendo algunas ideas y consejos para que te actives para nuestra carrera anual Bimbo Global Race.